Apuntes Sobre Nuestro Patrón «Santo Tomás De Villanueva»: La Aporofobia

“Una sola lágrima de un corazón compungido es incomparablemente más valiosa que todo lo más valioso del mundo» (Stº Tomás.)

“Vanas son las lágrimas que se derraman por vanidad» (Stº Tomás).

Ya llegó el Nuevo Año, el recién estrenado 2018; este es el año en que celebramos el cuarto centenario de la beatificación de nuestro Santo Patrón «Santo Tomás de Villanueva» como todos ya sabemos postulado como Doctor de la Iglesia Universal, y vaya por Dios, nos enteramos de que tenemos un nuevo neologismo, nada menos que la «aporofobia» que bautiza un síndrome nuevo y muy ligado a esta nuestra sociedad de la opulencia y del bienestar en que nos hemos instalado. (aunque no todos); esta nueva palabra significa rechazo o aversión a los pobres y ha sido elegida palabra del año 2017, por la «Fundación del Español Urgente (Fundéu), promovida por la agencia Efe y BBVA.

La aporofobia es el odio. el miedo, el rechazo que sentimos hacia las personas pobres; aunque es justo decir que esto no es, nada nuevo puesto que este rechazo, este miedo hacia al pobre viene de muy antiguo, solo que hasta ahora no existía una palabra específica para definir este antiguo síndrome y además y es más penoso es que este rechazo se halla acentuado profundamente en esta nuestra sociedad del consumo, donde el consumo es el gran “ídolo” o el “leiv motiv” de nuestra economía y el pobre se ha convertido en algo extraño al sistema y al ser incapaz de consumir no puede adorar al ídolo del consumo y eso Jo hace absolutamente rechazable; el pobre es culpable sobre todo por no ser capaz de consumir. Este proceso de culpabilización termina situando a estas personas próximas a la delincuencia con lo que se cierra un círculo del que prácticamente se les condena a no poder salir ni por tanto se les considera necesitados de ayuda.

El desprecio y la criminalización de la pobreza es una evidente violación de la dignidad de éstas personas a las que la vida ha llevado a esa situación de desamparo de desesperación y de exclusión social: ¿qué pensaría hoy en día nuestro Santo Tomás de todo esto ?: déjenme que les exponga alguno de sus pensamientos extraídos de las obras completas del Santo acerca de la pobreza y de los pobres y saquemos conclusiones:

De Santo Tomás:

«¿Que son los pobres sino redentores del hombre? Recorren las calles por si hay alguien que quiera redimirse. Dios acepta por la ofensa lo que a ellos se les da. ¡Como deberíamos venerarlos y acogerlos! ¡Con qué amor honrarlos, no solo por caridad, sino también por utilidad propia, pues Dios los envía para nuestra salvación! En los cambios. normalmente por cien ducados se prestan noventa y cinco. En los cambios de Dios, por un ducado te dan cien. ¡Y no hay quien quiera cambiar! Los pobres son los cambiadores de Dios, pues llevan las riquezas temporales al tesoro de los cielos”.

«La crueldad de los ricos obliga al pobre a mostrar sus llagas si las tienen o a fingirlas si no las tienen, para arrancar una limosna y poder vivir»

“Los grandes se comen y explotan a los pequeños, roen su hacienda a base de tributos y exacciones, cuando debían haberse prestado a protegerlos»

Que gran diferencia de pensamiento respecto a lo que solemos escuchar. los pobres son nuestros redentores dice el Santo, y que distinta sería nuestra sociedad sí fuésemos capaces de así considerarlo, pero esta sociedad se va endureciendo y somos más insensibles ante los pobres cada vez más, y desdichadamente consideramos a los pobres un estorbo, no son útiles, no son capaces de consumir y hasta son antiestéticos, hay que ocultarlos: podemos recordar como más de una vez se promulgan leyes, o aparecen noticias en los medios sobre medidas contra vagos y maleantes o contra la mendicidad, confinamiento de inmigrantes etc.

Y aquí hemos de plantearnos ¿qué es la pobreza?, y realmente es un concepto muy complejo de explicar pues depende de multitud de factores: durante el siglo XJX y XX autorizados filósofos y sociólogos han tratado de definir y medir la pobreza y han llegado después de sesudas e interesantes conclusiones a descripciones unas veces de tipo monetario y otras de tipo filosófico: y de igual manera han llegado a conclusiones y propuestas de medir la pobreza y utilizando la línea de pobreza, la pobreza absoluta, la pobreza relativa, la exclusión social, tratando de delimitar así quien es pobre y quien no lo es; en el fondo todos estos estudios tienden a servir de base para quien puede beneficiarse de las ayudas del estado o como decir políticas de estado.

La pobreza viene de antiguo, no es de ahora. durante la edad media. la pobreza siempre ha estado acompañada de un estigma negativo. los pobres hacinados en las nuevas ciudades son considerados un peligro, una humillación incluso una amenaza. La tradición cristiana siempre la vinculó más con Dios; “es más difícil que un rico entre en el Reino de los Ciclos que un camello por el ojo de una aguja». En la tradición de la Grecia antigua una persona satisfecha era rica independientemente de su situación económica. la felicidad como síntoma de riqueza y no al revés. Fue a finales del siglo XVIII, con la revolución industrial cuando la situación cambió por las necesidades de mano de obra barata y se distinguió entre pobres válidos e inválidos, los válidos se destinaron al trabajo fabril. al tiempo que se desarrolló la idea de la solidaridad para con los inválidos, y es así como poco a poco la pobreza se asocia a la clase obrera (segunda revolución industrial) y ya en el siglo XX la clase obrera es diferenciada de los pobres y se desarrolla el concepto de exclusión social.

Poco a poco. la especialización y el desarrollismo llevó a una situación de bonanza de la que nos despertó la gran crisis financiera de 2007 creando un nuevo tipo de pobre, «el parado de larga duración» que termina llevando su todo su equipaje en un carrito. durmiendo en un cajero automático y expuesto a ser quemado por bandas de jóvenes vandálicos.

Ciñéndonos a lo más cercano, la Unión Europea. a pesar de ser una de las regiones más ricas de la tierra; se calcula que hay 84 millones de habitantes que viven en riesgo de pobreza, ¿cómo acabar con esta lacra? Solo el compromiso político a todos los niveles de gobernanza en esta nuestra Unión Europea, mediante el reconocimiento del derecho fundamental de las personas en situación de pobreza y exclusión social a vivir dignamente y a participar en la sociedad pueden llevar a solucionar de una vez por todas este grave problema, mientras seguiremos unos tapando nuestros ojos, otros ignorándolos y la sociedad excluyéndolos y marginándolos.

La misericordia de Santo Tomás de Villanueva, no tenía límites, cuando alguien le advierte sobre aquellos mendigos, vagabundos, pordioseros que buscan ahorrar pidiendo, que aprovechan para pedir dos veces, que se hacen vagos, el Santo responde:

«Si toman muchas raciones, si piden sin necesidad, si nos engañan, no es de daño para nosotros. Lo que nos puede estar mal es engañar nosotros a los pobres, pues el pobre puede engañar mi inadvertencia si le doy dos veces por una~ pero no mi caridad, que a todas las necesidades socorre, y todas las veces que se le pone delante. Hacienda de Dios es ésta, Él envía éstos que la cobren; yo no tengo que introducirme en calificar los colaboradores que Dios elige: lleven lo que es suyo como quisieren y cuando vinieren». (Vida de Santo Tomas- Quevedo).

Enero 2018
Rafael Mª Ruiz Rodríguez.
S.G. Universidad Libre de Infantes

 

 

 

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