Este año, tendremos una jornada dedicada a nuestro Don Francisco de Quevedo, con el sugerente título de “Buscando a Quevedo”, como si no estuviese claro donde encontrarlo; sus restos descansan ya definitivamente en nuestra iglesia de San Andrés Apóstol como dejó certificado la Escuela de Medicina Legal de la Universidad Complutense y ratificado por la Real Academia Nacional de Medicina; también podemos encontrar a Quevedo en la vasta e impresionante obra de nuestro gran lírico, el mejor poeta de las letras españolas y extraordinario prosista del barroco.
Sí que quiero hoy recordar que hay una obra que une a nuestro gran lírico con nuestro Patrón, nuestro Santo Tomás de Villanueva; Quevedo que mostró una gran admiración por Santo Tomás, fray Tomás, a quien llamó “Santo español y gran español” , tiene además un interés especial por Don Fray Tomás por la conexión de ambos con Villanueva de los Infantes y por la relación que tuvo Quevedo con las personas participantes en el proceso de beatificación del beato fray Tomás, además Quevedo admiraba la ejemplaridad del beato Tomás como prelado eclesiástico, la extrema humildad de un hombre que rehuye los cargos y las distinciones pero que una vez aceptada la prelatura, por razones de obediencia, tuvo que imponerse en la entonces revuelta sede valenciana con gran heroicidad dando ejemplo de austeridad, de mirar el bien común y dando constante ejemplo de amor al prójimo compartiendo todo con los mas necesitados. Quevedo escribió la llamada “Historia Grande de Santo Tomás de Villanueva”, obra a la que dedico diez años de trabajo y que nunca llego a publicarse o quizás se perdió, en cualquier caso nunca hasta hoy ha podido ser encontrada.
Llegadas las fiestas de beatificación, los agustinos vieron en Quevedo, un personaje de éxito en la corte, piadoso, de formación profundamente religiosa que acababa de llegar de su estancia de la Italia que tanto gustaba y donde según eruditos autores dirigía una red de espionaje, y sobre todo Quevedo ya era un escritor indiscutible; fue Fray Juan de Herrera el encargado de pedirle a Quevedo un Epitome a la historia de la vida ejemplar y gloriosa muerte del bienaventurado Fray Tomás de Villanueva, religioso de la Orden de San Agustín y arzobispo de Valencia. Este Epitome, el primer texto en prosa de Quevedo, que escribió en doce días, ha sido calificado por los críticos como una sobria y elegante obra de la prosa castellana. El epitome debía estar acabado para las fiestas de beatificación de Fray Tomás que habían de celebrarse en Madrid el 18 de septiembre de 1620.
Aquí conviene recordar la relación de las fiestas también organizadas en Villanueva de los Infantes por la beatificación de Fray Tomás Garcia escrita por nuestro gran humanista y maestro de gramática Bartolomé Jiménez Patón, el inédito manuscrito estuvo perdido durante mucho tiempo y finalmente los doctores Javier Campos Fernández de Sevilla y Abraham Madroñal Duran tras revisar y modernizar el texto, el pasado año la Universidad Libre de Infantes “Santo Tomás de Villanueva” tuvo el placer de editarlo.
Las fiestas de beatificación de Santo Tomás, se celebraron en diferentes lugares, hay noticias de las fiestas celebradas en Valencia, en Sevilla; más resonancia había de tener la canonización de Fray Tomás y aquí se celebran unas importantes fiestas en Cartagena de Indias, donde nuestro paisano Juan de Cueto y Mena, boticario a la sazón en Cartagena, escribe la Paráfrasis panegírica en forma de coloquio de la milagrosa vida, y muerte del ilustrísimo Señor Santo Tomás de Villanueva, Arzobispo de Valencia, el boticario infanteño recurre al Epitome para los datos biográficos del Santo.
Por tanto este curso 2017 a punto de entrar en el IV Centenario de la beatificación de Santo Tomás, celebramos a los dos hombres grandes con el ciclo ya mencionado “Buscando a Quevedo”, y en septiembre tendremos una jornada especial con una conferencia magistral con el titulo “ Santo Tomás de Villanueva y su epigonismo espiritual”.
Y que mejor que preparar el centenario de la beatificación de nuestro Santo Patrón a celebrar el próximo año 2018, leyendo esta obra de D. Francisco de Quevedo el Epitome a la vida de Fray Tomás de Villanueva”, déjenme recordar un pequeño trozo del final, escribe Quevedo “Oh monstruo de santidad que supiste merecer los cargos y despreciarlos y servirlos; a quien fue martirio la mitra, afán el arzobispado, la renta necesidad, los pobres hijos, y la grandeza y dignidades mortificación; tan santo que supiste fortalecer la ciencia y doctrina de humildad; tan docto, que bastaste a asegurar la doctrina y estudios con los tesoros de la misericordia, tan rico que socorriste todos los pobres; tan pobre , que tu desnudez, ni parientes no participaron de tu riqueza porque acudiste antes a la parentela del Padre Soberano… “
Secretario General U. L. l. / Junio 2017