La exposición “La Vera Effigies de Santo Tomas”, el rostro del amor, ha cerrado sus puertas; los lienzos regresan a su lugar de origen: Museo Lazaro Galdiano de Madrid, convento de San Ildefonso de Talavera de la Reina, comendadoras de Santiago Apostol de Toledo, colegio de la Presentación de Valencia, Agustinas recoletas de Madrigal de las Altas Torres en Ávila y a casas de particulares; nuestro agradecimiento a todos ellos y al Ayuntamiento de Villanueva de los Infantes que han contribuido al homenaje a Santo Tomas de Villanueva en el año del cuarto centenario de su beatificación, mil gracias a todos los que habéis contribuido a esta exposición y a los que la habéis visitado, que Dios os bendiga.
Un reconocimiento especial a mis buenos amigos Luis Valero, Francisco Javier Campos Fdez de Sevilla y Miguel Fernández de Sevilla y no podemos olvidar a los comisarios de esta exposición Julián Castilla y Miguel Castro así como al excepcional fotógrafo Vicente Tofiño que entre todos han logrado un trabajo impecable.
Por mi parte he de decir que el esfuerzo ha merecido la pena, la Vera Effigies de Santo Tomás de Villanueva es sin duda el “Rostro del Amor”, Amor era Fray Tomás, así vivió siempre, el supo entender que este mundo tiene que ser Amor, que la perfección está en el Amor, que la felicidad esta en el Amor, que Dios es Amor, y que las leyes que rigen el “Cosmos” y el “Microcosmos” son las leyes del Amor.
Esto escribía el bendito Santo sobre el amor:
“¿Que es la vida sin amor mas que una muerte insufrible?. El que no ama durante su vida, es un muerto de corazón, pues la vida del corazón es el amor?”.
Afortunadamente, he aprendido a amar a este bendito Santo, he visto la felicidad reflejada en su rostro, he entendido que solo hay en este mundo algo que esta sobre todas las cosas y ese algo es el amor; no me digan que no ha merecido la pena.
El biógrafo y conocedor de Santo Tomás, el también agustino padre Salon, describía a nuestro Patrón de la siguiente manera:
“Fue ese bendito Padre de mediana estatura, el rostro un poco moreno y aguileño, las mejilla un poco encendidas, los ojos zarcos, el semblante muy modesto y pio, juntamente grave y de mucha autoridad, bien complexionado, colérico sanguíneo. Dotole nuestro Señor de grandes naturales de ingenio, juicio y prudencia. Fue muy grande letrado y el mas famoso predicador y mas ejemplar religioso que ha tenido España en estos tiempos”.
Tenemos esta descripción y una extensa iconografía basada sobre todo en el retrato que le hizo una vez muerto el gran pintor valenciano Juan de Juanes por encargo del canónigo de la catedral de Valencia; a ellos pues les debemos el conocimiento del verdadero rostro de Santo Tomás, mucho le debemos también a Jorge Solís y al padre Antonio Iturbe que nos han regalado la extensa iconografía del Santo en sendos volúmenes muy bien documentados.
En el Museo del Mercado de Villanueva de los Infantes hemos tenido la dicha de poder admirar la “vera efigies” de Santo Tomas, el rostro del amor, ojos zarcos, el semblante modesto y pio que refleja serenidad, autoridad y sobre todo amor.
Como todo, llegó el final, y se nos han marchado esos lienzos donde está reflejado “el rostro” que no deja indiferente a nadie, seguro que muchos de ustedes encontraron además de belleza, la sonrisa humilde y serena del Santo, y les habrá ayudado a conocer un poco más a este hombre que todo lo dio por el inmenso amor a sus semejantes.
Especialmente conmovedor para mi ha sido el cuadro de Santo Tomás cedido a la exposición por las agustinas de Madrigal de las Altas Torres, he pasado muchos ratos mirando este cuadro con mucha emoción y sigue emocionándome como el primer día, trasmite tanta paz, tanta serenidad, es sin duda el “verdadero rostro del amor”; es momento de volver a recordar nuestra llegada al convento y como la monjita aviso por el telefonillo con voz quebrada: “Madre que vienen a por el cuadro” y el mimo con que nos lo envolvieron; no querían desprenderse de el, nuestra sensación fue como si se lo arrancásemos de las manos.
Y no fue fácil la tarea de conseguir cada uno de los cuadros que durante estos ocho meses han estado reunidos en esta exposición llamada de la “Vera Effigies del Amor”, cuadros muchos de gran valor artístico y otros no tanto, pero todos de gran valor sentimental y completado por la muestra fotográfica del buen amigo de Villanueva, el fotógrafo Tofiño, que ha sabido captar el alma del santo y la carga poética que rezuman los lugares donde vivió; Tofiño, créanme, es otro hombre cargado de amor.
Rafael Ruiz Rodríguez
Deseo el correo electrónico de D. Rafael María Rodríguez Ruiz para enviar las imágenes de una exposición que ha patrocinado la Federación Agustiniana Española (FAE) sobre Sto. Tomás de Villanueva.
Muchas gracias