El Fusilamiento de Diego de León

Las Minervas de la Academia de las Ciencias y las Artes Militares.

17. El Fusilamiento de Diego de León

Mediante esta “minerva” Juan Bosco Valentín-Gamazo, miembro de la Comisión Ejecutiva de la ULI, nos habla sobe el fusilamiento de Diego de León.

Este cuadro anónimo del Museo del Ejército representa a uno de los personajes más fascinantes de nuestra historia del siglo XIX, Diego Antonio de León y Navarrete, conocido desgraciadamente entre la mayoría de los españoles tan solo por dar nombre a una calle y parada del Metro de Madrid. Diego de León nació en Córdoba en 1807. A los 20 años mandaba ya un escuadrón del Regimiento de Coraceros de la Guardia Real. Sus méritos durante la primera Guerra Carlista le valieron el sobrenombre de “primera lanza del reino” y, en 1837, es Mariscal de Campo. En 1841 se une al alzamiento del O’Donnell contra el regente Espartero para traer a España a la Reina María Cristina, exiliada en París. Pero el pronunciamiento fracasa y Diego de León es sometido a un Consejo de Guerra que le condena a muerte. Es conducido en coche descubierto hasta la Puerta de Toledo con el mismo uniforme de gala de teniente general que aparece en el cuadro. Allí, en la antigua cerca de Felipe IV, le espera el pelotón de fusilamiento. Diego de León releva al oficial que lo manda alegando que, como superior, la orden de fuego le corresponde a él. Y, tras repartir una caja de puros entre el pelotón, dicta sus últimas palabras: “Que la mano no os tiemble. ¡Amigos! ¡Atención a la voz de mando! No tembléis, al corazón.”

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.